La inflación interanual en Alemania se disparó en marzo hasta el 7,3%, su nivel máximo en más de cuarenta años, como consecuencia de la guerra en Ucrania, según los datos provisionales publicados hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

Respecto a febrero, la tasa de inflación repuntó un 2,5 %. Ese mes, el índice de precios al consumo (IPC) ya había crecido un 5,1 %, tras el 4,9 % de enero y el 5,3 % de diciembre.

Contexto difícil

Desde el ataque de Rusia a Ucrania, los precios del gas natural y los derivados del petróleo han vuelto a subir notablemente y repercuten en la elevada tasa de inflación, según el comunicado.

A ello se suman en el presente los problemas de suministro debido a la interrupción de las cadenas de abastecimiento por la pandemia y la notable subida de precios de los productos energéticos en las fases económicas previas.

La energía se encareció en marzo un 39,5%, tras subir ya en febrero, enero y diciembre.

Datos segregados 

Los alimentos se encarecieron en marzo un 6,2% y los bienes en general repuntaron un 12,3%.

El IPC armonizado para Alemania, el que se calcula con criterios comunitarios, se elevó en marzo un 7,6% en términos interanuales y un 2,5% respecto al mes anterior. 

Aunque los datos definitivos para marzo se darán a conocer el próximo 12 de abril, ya se puede sentenciar que la inflación en Alemania se disparó al 7,3% en marzo, máximo en 40 años. Los analistas encuestados por Reuters esperaban que la tasa del IPC subiera al 6,3%.

Para encontrar una tasa de inflación tan alta hay que remontarse al otoño de 1981, cuando los precios del petróleo subieron drásticamente debido a los efectos de la primera Guerra del Golfo.

Impacto en la economía

El DAX (el principal índice de la economía alemana) cae esta mañana a mitad de la sesión europea, cotizando a 14.602,76 pts (-1,47%).

 

Fuente: EFE

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